Esta semana salimos a ver las luces de Navidad por Santiago, que los peques de la casa todavía no las vieran. No daban hecho, entre las luces, la luna llena que estaba preciosa, y los escaparates...en fin todo un espectáculo.
Se agradece un montón que la zona vieja sea peatonal, porque pueden pasear tranquilamente los mayores y los niños.
Para mi fue esta una tarde muy especial, porque paseaba por mis calles tantas veces recorridas, pero con mi hija y mi sobrino (¿se puede pedir algo más???)
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