miércoles, 13 de mayo de 2009

Para tocar el cielo


Dicen que Stella Adter, profesora de teatro en los años 50 propuso a sus alumnos que se comportaran como gallinas amenazadas por una bomba. Todos sus pupilos se entregaron a un delirio de aleteos y cacareos. Todos excepto un tipo con pinta de vagabundo que permaneció en cuclillas en un rincón. Era Marlon Brando, que se limitaba a hacer lo que cualquier gallina que afronta una situación de emergencia...: poner un huevo. De alguna manera en aquella esquina comenzó a germinar el mito de Marlon Brando. Y todo esto viene a cuento porque llevo una temporada sintiéndome por diversas razones que ahora no vienen a cuento como una gallina que afronta una situación de emergencia (aunque eso ya lo explicaré en otro post). Pero me hace pensar que apreciar lo gris, lo cotidiano, y exprimir sus matices es nuestro gran y definitivo desafío. Es complicado pero heroico abrir brechas en un cielo gris por el que se destile la luz en las tormentas. Volver como siempre a la esencia de los sentimientos sin edulcorantes.

Cada momento de mi historia personal podría llevar asociada una canción, una voz, hoy no me sacaba de la cabeza el sitio de mi recreo de Antonio Vega, aunque al final de este día lo que realmente necesite es...tocar el cielo.