Querido Otoño te escribo esta carta sin acuse de recibo y es que al final has hecho aparición después de unos días primaverales...y sabes que guardo contigo una relación algo extraña: por un lado admiro tu rostro atardecido y me conmuevo con tu paisaje de marrones, ocres y naranjas....pero por otro allá se fue el buen color del verano en mi cara, y parece que el espejo me devuelve una imagen más triste de mi misma, más cansada, más vencida....y hasta mis canas paracen salir con más fuerza...pero posiblemente no tengas tu la culpa querido otoño...sino la lluvia, las nubes negras en el cielo, los años que pasan y esta melancolía que me invade traicionera invariablemente.
Pero la meloncolía del otoño es tan especial que me trae recuerdos de infancia como el de la foto: la de la falda a cuadros y camiseta blanca es servidora, y el niño pequeño mi hermano Santi, y la niña del vestido de cuadros y flequillo mi amiga Mónica (quería haber subido la foto por tu cumple niña..pero al final no encontré el momento), el niño de al lado su hermano mayor Jose Antonio, y la chica alta nuestra vecina Lita....buffffffffffff cuántos recuerdos, esta foto esta sacada en la entrada de la Alameda en Santiago de Compostela...y que felices éramos y que poco importaba que fuera otoño...
Uno de mis recuerdos más entrañables son las castañas asadas (a las que no me puedo resistir) mi padre las traía en un cucurucho de periódico recién compradas al castañero en la zona vieja cuando salía de trabajar .Supongo que él se moría de ganas de comerlas pero las traía intactas hasta que llegaba a casa para que mi hermano y yo disfrutáramos como enanos. Bueno pues este sencillo detalle me ha marcado de por vida...je,je...no sé pasar al lado de un castañero sin que se me esponje literalmente el corazón (siempre, siempre me acordaré de ti, papá!!!) y sucumbo sin remedio y me vuelvo niña otra vez al encargar mi cucurucho de castañas asadas...y es que la infancia nos marca mucho más de lo que pensamos.
Pero mi querido otoño también tiene cosas que me gustan: mirar llover desde la ventana de mi casa envueltita en la manta del sofa mientras disfruto de una buena lectura, velitas e infusión.... Más cosas que me gustan del otoño: las setas, el chocolate con churros (este fin de semana nos hemos entregado a los dulces...buenísimas las palmeras Ana!!!...y el pastel de calabaza, Carmiña!!!,....y la rosca de coco...Mónica!!! ¿Quién ha hablado de colesterollllllllll????, ahhhhhhhhhhh y hemos hecho más cosas en este querido Otoño... hemos ido al festival de Títeres, y hemos decorado nuestra calabaza de Halloween (aquí se conoce esta tradición como el Samaín).
Pero es que este año ha sido especial porque nuestros amigos Fernando y Rosa, han sido padres de su tercer retoño, que se ha hecho esperar: Daniel...y que es guapísimo y además este mes están de cumpleaños personas muy especiales para mi.
Así que querido Otoño quiero que sepas que he decidido sacudirme la tristeza, y seguir luchando por todo lo que quiero y disfrutando de esas pequeñas cosas que me hacen tan feliz.
Por lo de pronto voy a recomendar un libro y una película que me han conmovido realmente este otoño
-El libro: El hombre en busca del sentido de Viktor Frankl, que no puede dejar a nadie indiferente.
-La película: Hacia Tierras salvajes (dirigida por Sean Penn)
Ahhhhhhhhhh y una cosa más que celebrar en Otoño: 20 años de la caída del Muro de Berlín!!!
alguien da más???
12 comentarios:
La foto de enanillos es preciosa, me encantan las fotos de niños riéndose, levantan el ánimo.
Y la carta, una preciosidad, llena de recuerdos imborrables y ¡colesterol a mansalva!
Besos!
Mari!!! Qué alegría leerte!!! De trabajo hasta arriba no??? Me ha encantado tu post. Este otoño nos está dejando a todas un pelín nostálgicas... y agotadas (esta vez hablo por mi), pero qué cosas más ricas tiene también el otoño (y no me refiero sólo a las de comer)
Preciosa entrada M Carmen
¡¡Pero cómo se parece tu sobrino Santi a su padre!!
Esas fotos en blanco y negro son preciosas, y me hace gracia que las de todos son muy parecidas. Vestíamos igual, íbamos igual peinados etc..
Espero que escribas más, que se te echa de menos niña.
Qué entrada más bonita. Me ha gustado mucho, quizá porque me identifico con muchos de tus recuerdos. Ay. Es que la lluvia nos gusta mucho a los del norte.
Comparto contigo esas tardes lluviosas con el libro, el chocolate y la mantita. Mmmmmm. Es uno de mis placeres favoritos.
Un besito.
Mui bien, Mari!!!
Pa mí la seronda (que ya como se diz otoño n´asturianu) ye sinónimo de cine, bufandes y paragües...
La mi seronda llega con munches novedaes...
Tamos ensayando otra vegada y...remítote a "Cada uno de mis dias"...
Amás abrí un nuevu blog en asturianu sobre cuentos.
Hai que facer otra cena pronto!!!
Besinos,
Ll.
el blog de lliteratura infantil ye:
www.cuantoscuentoscuentes.blogspot.com
mua!
Ll.
hola mari carmen! es la primera vez que comento en tu blog. lo he añadido a mis favoritos, espero que no te importe.
es muy bonita la carta al otoño que has escrito. da pena que el verano acabe, aunque luego te acostumbras. volver al colegio, que a los niños les da tanta pereza, de adulto se recuerda como algo entrañable.
ah, y la foto preciosa.
besos
Ey q chula esta entrada Mª Carmen, me ha encantado de veras... y me ha traído gratos recuerdos joe... querido otoño...cómo me gusta esta estación... dios...
Un abrazo y q tengas buen finde!
Que bonito!!! Me ha encantado esa foto en blanco y negro, es encantadora...
Para mi el otoño es la mejor estación del año; en mi tierra no hace ni frio, ni el calor sofocante que tenemos a partir de marzo. Me encanta el color de los árboles, ver las hojas en el suelo, los días nublados y los lluviosos; que se haga pronto de noche, aunque todo el mundo lo odie a mi me gusta...
Me alegro de leerte; un beso enorme guapa
Moni!!
Hoy vi a Raquel en la facultad.
Le comentamos lo de la cena navideña.
Hay que planearla.
Besinos,
Ll.
Ya vino el fresco por aquí por el sur jejejeje... cómo me gusta el otoño! jajajaj...
Un abrazo y pasa buen finde!
Buenas! Espero y deseo que el espíritu de la Navidad no sólo llegue a tu alma, sino que sea capaz de calar en ella... un gran abrazo!
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