El otoño casi sin darnos cuenta ha invadido todos los parques y paisajes de nuestro entorno. Nos anuncia tiempos de jerseys de cuello vuelto, bufandas y abrigos....Y a mi la verdad es que con tantas prisas como tocan este año, todavía no me ha dado tiempo a saborearlo de todo. Eso sí, han cumplido años personas muy importantes en mi vida como mi madre que está todavía estupenda con sus 66 años (o son 67???)(le debo un post...pero esta vez no ha podido ser), porque su hija, es decir yo, andaba con la cabeza en otros lares.
Hace unos días leí una entrevista a una señora de unos setenta años, que tenía una memoria espectacular, era una gran cantadora, y desde muy niña recogía en papeles canciones que iba escuchando, coplas, composiciones etc. Una de estas estrofas recuperada gracias a la "Señora Carmen", así se la conoce, dice así (para los que no hablan gallego, la voy a tratar de traducir, pero ya se sabe...pierde con la traducción ritmo y sentimiento), aún así espero que os guste tanto como me gustó a mí. Me váis a permitir que se la dedique a mi madre (por eso de que madre no hay más que una, y la mía vale mucho).
"Na alma se me cravou
a raíz do teu querer
mentres no mundo vivire
outro amor non hei de ter.
O cariño que che teño,
inda ti non sabes ben,
pode haber quen queira tanto,
pero máis non hai ninguén.
Dáme da pera que comes,
da mazá só un bocadiño,
dáme da boca unha fala,
("en el alma se me clavo,
la raíz de tu querer,
Mientras en el mundo viva,
otro amor no he de tener.
El cariño que te tengo,
aún no lo sabes bien,
puede haber quien quiera tanto,
pero más no hay nadie.
Dame de la pera que comes,
de la manzana sólo un bocadito,
dame de tu boca un habla,
de tu corazón un cariño")
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