La mañana apareció preciosa con un cielo muy azul, y nos pusimos guapos y arrancamos illusionados a la Colegiata de Sar, a bautizar a mi sobrina Enma, que se portó como una campeona. Así de guapa estaba. La verdad es que todo salió muy bien, y tan a gustito. Lo mejor estar todos juntos celebrando algo tan magnífico como que hay un nuevo miembro en la familia (la saga continua) y tener todavía a sus bisabuelas Benita y Nicolasa. Benita con 97 años y Nicolasa con unos pocos menos pero no muy lejos. Las miraba y me parecía una maravilla.
Pero la fiesta no acabó para nosotros aquí. No, no, y es que el padrino de Laura (mi hija) celebraba su 40 cumpleaños, en una aldea cercana, y no podíamos faltar, así que cuando la gente se recogía del bautizo, nosotros nos fuimos a cantarle el cumpleaños con un grupo de buenos amigos. ¿Quereis verlo?
Menos mal que de camino la ahijada se echó una buena cabezadita que si no iba "a tolear"
¿Se puede pedir más? Eso sí cuando llegamos a casa por la noche, nos dimos nuestras duchitas y nos pusimos el pijama, no dábamos para más emociones, je,je.
1 comentario:
Pero que linda está Enma!!!!!!! No me extraña que se os caiga la baba a todos con esa preciosidad de niña. Enhorabuena a todos!!!!!!!
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